En una tarde típica del otoño valletano, con un cielo diáfano, sol radiante y la imponente cordillera como marco, un grupo de familias presentó en sociedad el sueño que comparten.
Porque “Huellas de Uco” no es otra cosa que el sueño de un puñado de personas que tienen sus raíces en esta tierra a la que aman, y de la que obtienen los frutos con esfuerzo. Esos frutos, ese arraigo, sus costumbres y sus anhelos, son los que decidieron mostrar y compartir.
Ellos mismos se definen como “una familia agricultora del Alto Tunuyán, asociados a un circuito de turismo rural, asentado sobre la primera reserva acuífera subterránea de América Latina”.
Son 16 proyectos que se vuelven uno en el compromiso de mostrar su esencia. Artesanos de la cerámica o la madera, manos rugosas que muestran con orgullo el fruto de su tierra, hombres y mujeres de este oasis valletano que con sus dulces caseros, el pan horneado a leña o el vino patero, se mezclan con la aventura de recorrer a caballo las montañas, o el paseo en parapente.
Esta unión de voluntades tuvo el apoyo de la Municipalidad, que a través de la Dirección de Turismo y del área de Desarrollo Económico aportó lo suyo.
El INTA, por medio de la Agencia de Extensión Rural de Colonia Las Rosas tuvo mucho que ver, asesorando en aspectos técnicos y también de logística.
En definitiva, esta unión de voluntades demuestra una vez más de cuanto somos capaces las personas en pos de un ideal, cuanto éste tiene un objetivo noble.
fuente: http://www.sitioandino.com.ar/
Porque “Huellas de Uco” no es otra cosa que el sueño de un puñado de personas que tienen sus raíces en esta tierra a la que aman, y de la que obtienen los frutos con esfuerzo. Esos frutos, ese arraigo, sus costumbres y sus anhelos, son los que decidieron mostrar y compartir.
Ellos mismos se definen como “una familia agricultora del Alto Tunuyán, asociados a un circuito de turismo rural, asentado sobre la primera reserva acuífera subterránea de América Latina”.
Son 16 proyectos que se vuelven uno en el compromiso de mostrar su esencia. Artesanos de la cerámica o la madera, manos rugosas que muestran con orgullo el fruto de su tierra, hombres y mujeres de este oasis valletano que con sus dulces caseros, el pan horneado a leña o el vino patero, se mezclan con la aventura de recorrer a caballo las montañas, o el paseo en parapente.
Esta unión de voluntades tuvo el apoyo de la Municipalidad, que a través de la Dirección de Turismo y del área de Desarrollo Económico aportó lo suyo.
El INTA, por medio de la Agencia de Extensión Rural de Colonia Las Rosas tuvo mucho que ver, asesorando en aspectos técnicos y también de logística.
En definitiva, esta unión de voluntades demuestra una vez más de cuanto somos capaces las personas en pos de un ideal, cuanto éste tiene un objetivo noble.
fuente: http://www.sitioandino.com.ar/